He tomado decisiones difíciles en mi vida, que me han costado mucho, demasiadas cosas y me han dado dolor y noches de insomnio, pero, también grandes éxitos, alegrías y tristezas. Decisiones que me han hecho morir de miedo.
El día que supe que iba a ser padre por primera vez, no supe como reaccionar, pero se que mi cuerpo y mi mente se llenaron de temor, mucho miedo. No sabia que sentir, Paty se sentía emocionada, me decía como era la sensación de tener dentro a mi pequeño, pero yo no sabia aun, no tenia emoción o dicha, solo sabia que tenia miedo.
Llega ese 3 de Julio de 2004, 7pm y me dicen que soy padre, que están bien ambos, me lleno de alivio saber que salieron perfectamente, pero no fue hasta el día siguiente, cuando pude entrar y con todo el pánico que esto significó, verla a ella y a mi pequeño a un lado.
Pero aun, no sentía nada…
Solo basto tomarlo en mis manos, ver como se movía un poco, para saber que ese pedacito de carne, era mi hijo, de pronto algo se encendió en mi, una flama que me hizo entender el amor y la pasión y que nunca en la vida seria lo mismo.
Cinco años después, aunque ya sabia que se sentía, tenia en mis manos a mi «vieja», al nuevo amor de mi vida, volví a llorar como con Erick, un llanto de alegría infinita.
No seré el mejor, pero aprendi de dos que gracias a la sabiduría infinita, que dieron hasta lo que no tenían para que pudiéramos crecer, a lo que comprendí que yo tenia que darles por lo menos a mis hijos lo mismo que yo recibí de ellos y eso en si, era una gran tarea, entendí que ellos no iban a vivir mis sueños para empezar(y menos los frustrados), no tienen que gustarle lo mismo que a mi o pensar como yo.
Ellos tienen que ser mejores que yo, ese 4 de julio y a la fecha abrazando a mi hijo, aprendi lo que era perder mi identidad, no tener nombre, hacer, ver o intentar cosas que no te gustan, que mis sueños seguían en pie, pero ahora tenia que vigilar y cuidar los de otros.
Que tenia que seguir siendo un niño, pero ahora desde el ejemplo mostrar que era correcto y que no, dentro de seguir con ese niño interior hacer a entender a ellos que la felicidad esta dentro de ti, y vaya que mi «vieja» me lo ha ensañado día a día, al darme esa sonrisa en su rostro cuando llego, que me recibe con ese gran grito «Papi!!!», «Llego papito» y que mi hijo me de un beso y un abrazo, son los mejores momentos que aun tengo.
La disciplina no solo se dice, se hace y se demuestra, que tus logros, fallos y como tratas las derrotas igual ellos lo harán, que si quieres ver como eres, ve tus hijos, ya que son tu espejo. Es valido que te vean llorar, estar abatido, cansado y que llegas al final del día sin ganas de nada, pero consciente que todo sigue y no te detienes.
Que dentro de esa niñez implícita en mi, no soy realmente su amigo y nunca lo seré, mi papel es ser su mentor, su primer maestro, su primer héroe y su primer amor en la vida, pero tambien su primer villano.
Amigos tendrán muchos, padre solo seré yo, por lo que no estoy para que tengan todo lo que pidan, hagan lo que quieran y mucho menos solaparles todo, para eso estarán sus amigos, mi trabajo es encaminarlo y que logren su excelencia, sea en lo que sea.
Hoy festejo mi doceavo día del padre, y solo quiero decirle a mis hijos que gracias a ellos, lo puedo hacer, que puede que no tenga festivales o un estado especial en Facebook. Agradezco a Dios por ser el medio de la mitad de su procreación y que toda la vida, estaré orgulloso, toda la vida tendrán mi apoyo, pero tambien toda la vida puede que no este de acuerdo en lo que hagan, vigilare entre las sombras, sonriendo por cada pequeño o grande logro o llorando o rabiando por cada derrota.
Nunca supe como seria de padre, pero algo si se, en el momento que tuve a mis hijos, voltee a ver a mis viejos para saber como educarlos y encaminarlos, si ellos hacen lo mismo para educar a sus hijos, mi misión se cumplió, en el momento que mis hijos hablen a sus hijos de su abuelo, como lo hago yo con los míos, se que viviré para siempre en sus corazones.