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Es domingo en la mañana, limpiando la cochera y quitando alguna hierba «mala» que crece salvajemente, son 9:30am de un domingo cualquiera, nada fuera de lo común, ves salir a unos vecinos arreglados, camisa y blusa, pantalones, peinados y bien perfumaos (diría mi padre), te saludan y tú en fachas esperando la cafetera te de su primera taza de café y ahí viene la mente.

Tu ya no tienes papas a quienes ir a visitar (puedes visitar mi blog en internet), ya no es de que este domingo con mi familia y el siguiente con la tuya o algo similar, es decir, tu pareja tampoco es de visitar los domingos a sus papas, ya no es planear algo para que tus hijos salgan, o no viven contigo o ya son mayores, quizás adolescentes y en mi caso uno ya mayor de edad.

Mi mente empezó a ver que ya no eres de los que van a visitar a sus viejos y me cae el veinte, ¡yo soy al que ya vienen a visitar! Ok, mi hijo, tiene un año viviendo conmigo, pero, aun así, venían los fines o cuando se mudaron a otra ciudad, en vacaciones o algún momento especial.

¿En qué momento sucedió esto? Aún recuerdo esos fines de semana de basquetbol, ir con los amigos a alguna reunión o simplemente hibernar en el cuarto un rato escuchando música o viendo una película en el reproductor de VHS, cuando apareció esta panza, algunas canas y lo peor, ¡la barba nuca termino de salir!

¿Ha valido la pena?

Y de nuevo, la mente entra en acción, no solo te deja recordar sino, que te lleva a pensar si ha valido la pena, y como dice el meme (de una película de Adam Sandler «Golpe Bajo» en español, longest yard en inglés, que es una readaptación de la misma película de 1974, y ahí veo que es cuando nací), ¡HA VALIDO CADA MALDITO SEGUNDO!

¿Tengo muchas cosas? ¿Una gran cuenta bancaria? No, y aquí es donde me doy cuenta de que la vida no es acumular, claro que es bueno tener cosas y dinero, ya que si como cliché, el dinero no da la felicidad, pero diablos que si da tranquilidad. Entonces, aquí me doy cuenta de que no voy a llevarme nada, solo las experiencias vividas, las emociones sentidas, todo lo aprendido y dependiendo tus creencias, ya sea que muera y espere el juicio final, reencarne, regrese a hacer tratos almicos. o solamente muera y me convierta en polvo (la energía no se destruye solo se transforma).

Me doy cuenta de que vivir en el aquí y el ahora, me trae bastantes cosas, paz, tranquilidad, serenidad, libertad, pero sobre todo me permite experimentar felicidad y amor verdadero, no el romantizado en las películas y series de donde gustes, ese donde eres tú realmente, te muestras tal cual, y eres y no debes fingir, que entiendes que no es agradarle a todo mundo y ni esperas que todos te agraden, pero que lo que la vida hace, es lo que la vida hace.

La vida no es justa

Si, la vida es un ejemplo claro de la teoría del caos, donde tu intentas arreglar y tener todo en tu vida al detalle, arreglado y perfecto (el claro ejemplo es mi padre que lo intento hacer, dentro de su excesivo control) y como buena entropía todo sistema organizado tiende al caos. Si te vas a pasar la vida arreglando el desmán, se fue a vida y si, la vida no es justa, para nada.

Viviendo estresado que ya paso esto, ya me hicieron lo otro, ya me robaron, un largo etcétera, si pensara que la vida es una comprobación de la ley de Murphy, mejor me quedo en casa (y muchas personas así lo hacen), cambiando mi pensamiento a uno más interno, más relajado y en calma, me doy cuenta de que la vida son momentos.

La vida son momentos

Y teniendo este concepto en mente, viví momentos increíbles en la cancha y no, no me pude dedicar al basquetbol, pero me dio amigos fabulosos, viví momentos mixtos en la secundaria (de nuevo, busca en mi blog) y me doy cuenta de que esos momentos crearon mi ser ahora, seguro, confiado y con deseos de vivir día a día, como yo quiera vivirlo, algunas veces al máximo, otras en total pausa.

Momentos como mi boda, pero también como mi separación y divorcio el nacimiento de mis hijos y la muerte de mis padres, son esos momentos que si entiendes la vida desde joven, el dolor no puedes omitirlo, pero el sufrimiento es opcional, como dice la canción de My Way o A Mi Manera (que sigo prefiriendo la versión con Sinatra)

Tal vez lloré o tal vez reí
Tal vez gané o tal vez perdí
Ahora sé que fui feliz
Que, si lloré, también amé

Y pues podría poner la canción entera, pero espero entiendas mi idea, cada momento es fugaz y como el humo, no lo puedes sostener con tus manos, como agua y arena de mar se escurre entre tus dedos, vive cada momento sabiendo que viene otro, siempre hay otro momento, vivir cada momento al máximo es cansado y estresante, lo vivo, lo siento y. lo atesoro (si es necesario), pero siempre habrá otro momento, aun al morir, quiero creerlo, atesorarlos si, vivir sobre ellos no (ya hablaremos de apegos).

Y el siguiente momento fue ver a mis vecinos regresar con algunas cosas de compras hechas, ¡No suponer! ¡SABE!

 

#vivelibre #amimanera #coachoscaresqueda